Tras conocerse en las últimas horas el caso de Micaela Guerrero, una joven alumna de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), que fue discriminada y maltratada por la encargada de la biblioteca de la casa de estudios, la institución decidió intervenir a favor de los estudiantes.

Micaela había denunciado que, la encargada del turno tarde de la biblioteca, le había prohibido permanecer en el salón de porque lleva puesto un short y una camisa, el lunes por la tarde, cuando la temperatura en la ciudad capital pasaba los 30°. Además, la joven denunció que recibió gritos y malos tratos.

El argumento de la mujer para reaccionar de esa manera, se basó en el reglamento interno que enuncia que quienes quieran hacer uso de las instalaciones deben “estar correctamente vestidos e higienizados”. Sin embargo, este reglamento, no especifica cual es la correcta vestimenta.

A raíz de este caso, muchos estudiantes universitarios que hacen uso de la biblioteca también salieron a denunciar distintas situaciones de maltrato, violencia y discriminación, que tiene como protagonista a la misma mujer encargada del lugar.

Ayer la agrupación estudiantil Franja Morada, se encargó de recabar los testimonios de los estudiantes, y presentó el caso al Consejo Superior de la UNSL, donde las autoridades decidieron intervenir para evitar que la mujer continúe maltratando al estudiantado.

Enzo Olmedo, representante de la agrupación en la Facultad de Ciencias Humanas, sostuvo en Amenecer Informados, que la intención no es que la mujer sea apartada del cargo, pero si que cambie el trato con el público.  Además, ante las autoridades, presentaron una petición para modificar el apartado del reglamento que refiere a la vestimenta.

Comunicado de la agrupación Franja Morada