En épocas de pandemia de COVID-19 y sin una vacuna para combatir el virus, desde el Hospital Néstor Kirchner iniciaron una campaña para que, los pacientes que hayan dado positivo al virus y ya se hayan recuperado, donen plasma para futuros tratamientos de otros pacientes. “Todo paciente que se contagió de COVID-19 tiene un período de enfermedad y después ya viene el alta. Una vez que está dado de alta hay que ver si ese paciente, con el virus que tuvo, creó unas defensas midiendo inmunoglobulina G. Entonces, se hace un análisis de sangre y se ve si la inmunoglobulina G de este paciente se ha elevado. Eso significa que se ese paciente creó defensas contra el virus. Ese paciente es un candidato a donar plasma, por lo que voluntariamente, puede dirigirse al hospital. Se le pone un suero por una vía, y una máquina especial, que se llama el plasmaféresis, separa el plasma de la sangre. No es como donar sangre, ya que los glóbulos rojos siguen estando en el paciente y les son devueltos”, señaló el director del Néstor Kirchner, Pablo Marengo.