ALIMENTACIÓN

Las freidoras de aire son un boom de ventas y su uso beneficia al cuidado de la salud

Las freidoras de aire se convirtieron en un boom de ventas en 2024, cuando se comercializaron algo más de 750 mil  unidades de 30 modelos, y esa tendencia se acentuará este año, cuando según distintas casas de venta de electrodomésticos se llegarán a vender más de un millón de esos aparatos.

La tendencia de crecimiento de la cantidad de usuarios de freidoras de aire no se da sólo en Argentina sino que también se percibe a nivel mundial, ya que la cantidad de aparatos comercializados ascendió de 22 millones de unidades en 2022 a los 55 millones en 2024.

El aumento de la utilización de esta metodología para freír comidas despertó dudas en los usuarios acerca de los posibles efectos nocivos para la salud.

Sin embargo, varios especialistas en Nutrición comprobaron que las freidoras de aire no sólo no afectan la salud sino que la benefician al evitar el consumo de grasas saturadas, colesterol y triglicéridos, entre otros agentes nocivos para el cuerpo.

La freidora sin aceite es en realidad un horno eléctrico por convección que funciona por la circulación del aire caliente y brinda la posibilidad de "freír sin aceite" y lograr una cocción más rápida y organizada.

En Carrefour las ventas se multiplicaron por siete en lo que va de 2025, mientras que en On City las ventas crecen mes a mes un 20%.

Los precios de las freidoras de aire varían entre los 100 mil y los 450 mil pesos según sea el tamaño más pequeño (1,8 litros) o más grande (11 litros).

La licenciada en Nutrición y matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, Fernanda Delgado, señaló que estos aparatos "son una buena opción porque permiten cocinar rápido y sin aceite".

"Esto es importante porque se evita el consumo de grasas saturadas, que son perjudiciales para las vías biliares, y el exceso de colesterol, entre otros beneficios", agregó.

"Este método reduce significativamente la cantidad de grasa en los alimentos, lo que ayuda a disminuir la ingesta calórica que está asociada a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial y diabetes mellitus", señala la licenciada Daniela Casanovas, nutricionista especializada en Diabetes y docente de Bromatología y Tecnología Alimentaria en la Licenciatura en Nutrición de la UBA.