La Marcha frente a la Corte Suprema convocada para el lunes 1 de febrero para protestar contra el funcionamiento de buena parte del Poder Judicial y reclamar "el fin del lawfare", deja al descubierto la desconexión del sistema judicial con la comunidad, consideró el juez Juan Ramos Padilla, en diálogo con LU4 Nacional Patagonia.
"Esta marcha comenzó a gestarse a mediados de diciembre en el 15 o 16 cuando gente que conozco personalmente me explicaron que hay amigos en el interior que siempre hablan de la justicia que querìan hacer una marcha el 1 de febrero, no le dimos demasiada importancia sin esperar que pasaría lo que pasò", indicó.
En el mismo tono, Ramos Padilla dijo que "es mucha la gente del interior que siente que el Poder Judicial es mucho más grande y solo se habla de las últimas porquerías que estuvimos viendo. Me empezaron a llamar ciudadanos comunes, que hasta ponen a disposición sus vehículos para traer a gente a la marcha. Como esa caso hay centenares".
El reclamo tiene un destinatario puntual y es la Corte Suprema, "es la cabeza de un poder que debe garantizar el servicio de seguridad, las propias porquerías que han hecho, querer legislar, meterse en cuestiones que no pertenecen al Poder Ejecutivo no al Judicial. Las propuestas del Procurador de Buenos Aires, la violencia institucional, todo esto que se ha dado. En realidad lo que estáa en cuestión es como la justicia trata a la gente: es una justicia que sirve a los intereses de la oligarquía vacuna".
Sobre el posicionamiento de la oposición que criticó la convocatoria, Ramos Padilla remarcó "la oposición no votó ni el presupuesto, acá hay intereses cipayos, para ellos la Corte es una herramienta".
Programa: Conexión Nacional
Conducen: Saúl Gherscovici y Daniel Juárez