Miguel Zavaleta presentó recientemente la edición en forma físico de su segundo trabajo solista llamado “No lo sé, suerte, quizás” (Ediciones insolubles), lanzado originalmente en formato digital en 2011. En comunicación con Sospechosamente Light, el vocalista y fundador de Suéter recreó el proceso creativo de la obra entre 2007 y 2009, y destacó los aportes de Mario Breuer, Palo Pandolfo, Juanchi Baleirón, Gustavo Donés, Jorge Minissale y Pablo Sbaraglia: "quería distintas miradas de gente que sabe hacer muy bien las cosas", amplió.
El álbum fue pensado originalmente como un disco de Suéter, "pero a la mitad de la grabación me di cuenta que los viejos problemas persistían", agregó. En su anterior incursión discográfica llamada "Volver a nacer" (grabado antes que "No lo sé, suerte, quizás", pero publicado después), Miguel contó con la producción de Pedro Aznar en la producción. Las razones fueron su trabajo "hiper delicado, fino, limpio y todo lo que yo de alguna manera no soy". Respecto a los casi 30 años que pasaron hasta su publicación, afirmó que "estaba de moda el rock barrial, el horno no estaba para bollos. Ahora, ya no hay horno".
Además, Zavaleta expresó que "todos los músicos que conozco tocan desde chiquitos; yo hice todo al revés: nunca saqué una canción, tenía una especie de bloque. Entonces, aunque busquen, no van a encontrar partes robados porque simplemente no sabía qué era lo que hacía". Siguiendo esta línea, manifestó que al escuchar hoy en día canciones emblemáticas como "Amanece en la ruta" o "Vía México", se sorprende "sabiendo cuál era mi nivel de conocimiento: la mente febril de un ignorante puede ser muy potente".
Respecto a los '80, sintetizó: "era un montón de talento y un montón de jingleros", al tiempo que analizó que "los baby boomer que amábamos Woodstock cumplimos nuestro sueño", pero "la alegría duró hasta el '86, luego se puso más denso, ya que llegó el público masivo por el que todos rogaban, pero me parece que mató la música... ahora revivió. Hay un agujero grande en la música argentina a partir del '88 hasta hace muy pocos años". También señaló que "los '80 viven en la cabeza de quien sueña con el color y la alegría", y que "algunas cosas han germinado, como no reírse más de la gente". Respecto a las escena contemporánea, destacó a Bandalos Chinos y Sig Ragga, considerando a esta última banda como "la síntesis del arte que nosotros teníamos".