COLUMNA DE OPINIÓN

Los árboles sanrafaelinos extrañan aquellas rumorosas acequias

A su importancia se han referido desde especialistas hasta trovadores. Y el vecino común que, tal vez sin el rigor científico ni la vena poética, sabe tanto como ellos.

Y recuerda que, hace unos 9 años, la Municipalidad de San Rafael llamó a licitación para la limpieza de cunetas. Como en definitiva el trabajo tuvo que pagarlo a través de las tasas, reclamó al advertir que los operarios no hundían más de 20 cm las palas; por respuesta recibió un “Es lo que dice el contrato de concesión”.

Al poco tiempo, y con cunetas pandas, la comuna llamó a una nueva licitación; la primera no había contemplado la limpieza de puentes. Si las acequias quedaron poco profundas es de imaginar lo que sucedió con los puentes.

Pero bueno; todo fuere por ver correr nuevamente el agua cantarina. Lástima que, además de escasa, duró poco tiempo.

Hace un año y fracción, un concejal del FPV (seguramente con la venia del ejecutivo comunal) presentó un proyecto para que los contribuyentes se hicieran cargo de la limpieza (por toda la extensión de su frente) depositando lo sacado al costado de la acequia (luego sería retirado por el municipio). Quien no cumpliere sería multado.

Esto, sin duda alguna una Doble Imposición (el vecino ya paga Alumbrado, Barrido y Limpieza), no indicó si sería la comuna la que proveería las palas y enseñaría a manejarlas…

Se fundamentó que la limpieza de acequias por parte de los vecinos no era nueva y que, sí era nuevo, un comportamiento urbano, atribuido a la cultura de la convivencia, que trasladó la obligación al estado que fue cediendo ante el fenómeno.

Quien formuló la justificación olvidó (o no le contaron) que históricamente las cuadrillas municipales limpiaban regularmente (cada 20 o 30 días) las acequias sanrafaelinas. Y no se cobraba adicional alguno.

Tras la difusión del proyecto, el rechazo de los vecinos fue tan contundente que la consideración quedó para mejor oportunidad. También muchos dejaron de sentirse culpables; el sanrafaelino cuida la limpieza.

Ésta gestión municipal deberá abocarse a encontrar cuanto antes la forma de que por las cunetas circule agua para que no se sequen los árboles. Pero, por favor, que las Soluciones no sean como las recordadas.

Por Roberto A. Bravo