El domingo 25 se proyectó la película “Amancay”, en el marco de la Semana del Cine, en el Auditorio del Museo de la Constitución Nacional. Sospechosamente Light dialogó con su director Máximo Ciambella quien reconoció que "siempre es muy lindo encontrarle pantallas a una película tan chiquita y frágil como Amancay". En ese tono, aseveró que el Gran Premio del Jurado recibido en la edición 2022 del Bafici "fue una sorpresa" y agregó "Las películas crecen con la mirada de los espectadores que la interpretan y se conmueven".
En torno a la estética y la narrativa del film, Ciambella expresó que "es muy difícil de encasillar", pero que puede presentarse como "una película generacional que nos cuenta la vida de unos chicos que están llegando a los 30 años y no saben que hacer con su vida. Una noche se juntan para acompañarse y pasar el tiempo". Según contó a Radio Nacional Santa Fe, "así nos sentíamos en el momento en que empezamos a filmar: había mucha incertidumbre, un reciente cambio de gobierno" y "vimos que nos refugiábamos en los vínculos". Amancay "nos sirvió para transitar ese momento de nuestras vidas".
La obra no partió de un guión, "sino que surgió de improvisaciones en base a experiencias personales", amplió su director. Desde ese lugar, dialoga con el mito de Amancay, el cual dice que la flor que crece cerca de la Cordillera nació porque una joven le entregó el corazón al cóndor para salvar a su amada. "Cuando alguien te regala una flor de Amancay", contextualizó Ciambella, "dicen que te está ofreciendo su corazón. Básicamente, ese es el espíritu de la película: los personajes son muy transparentes y les ofrecen el corazón a los espectadores"; y remató "Aunque las situaciondes de las que habla tienen que ver con algunos duelos, la película no pierde la frescura ni el sentido del humor".