Jorge “el portugués” Da Silva conversó con LU4-Nacional Patagonia, donde trabajó hace  más de  60 años, y de donde tiene “el mejor de los recuerdos, como los que tengo de todo mi querido Comodoro Rivadavia”.

En un jugoso diálogo, Da Silva comentó cómo pasó de ser músico de cabaret, operador de radio a ser considerado “una biblia” por la mayoría de los grandes músicos argentinos que pasaron por los estudios ION y con quienes se reencontró en el programa “Encuentro en el Estudio” de Lalo Mir.

“Todo se dio muy rápido. Un día estaba tocando en los cabarets de Comodoro y operando en la radio, a pasar a Buenos Aires, en el estudio Music Hall,  a grabar con Alberto Castillo. Una vez que empecé no paré más”, dice con orgullo.

“La radio es hermosa, como la música, y amo mi trabajo que me dio la oportunidad de conocer mucha gente y a los músicos más talentosos de este país, entre ellos: Mercedes Sosa, Charly García, el flaco Spinetta, a quien amo, entre tantos otros”.

MERCEDES, CHARLY, LA LA LA, Y PIAZZOLLA

Dentro de las anécdotas, en la charla, aparecieron el último trabajo de Mercedes Sosa “Cantora 1 y 2” y el mítico La La La de Spinetta Paéz de 1986, Charly García y Astor Pantaleón Piazzolla.

“De cada disco que grabé tengo un orgullo y un placer muy grande. No puedo decir cuál fue el mejor, porque de todos saqué y aprendí cosas. En estos días estoy recordando lo último de Mercedes, porque fue descomunal todo lo que surgió en la grabación. Nadie tenía claro que iba a ser lo último que iba a grabar. Como siempre se entregó con todo y el encuentro con los otros músicos fue maravilloso”, recuerda.

Sobre el oído absoluto de Charly García, “el portugués” asegura que “es absolutamente cierto. Esto no siempre es bueno, porque lo hace ver y sentir cosas que el resto no”, acota para de inmediato remarcar que la creatividad de Charly es constante.

“En las grabaciones hay muchas anécdotas, algunas se pueden contar y otras no, pero siempre fueron productivas y creativas con Charly. Lo mismo sucedió con La La La, de Spinetta Paéz, donde nos animamos a jugar y hacer cosas raras, producto muchas veces del cansancio y el tedio, pero quedaron bárbaras en la grabación como en Serpiente de Gas”, rememora, antes de ponerse a contar una “batalla” entre matafuegos, que quedó incluida en el tema.

Da Silva, a quien la pandemia como al resto frenó un poco su trabajo, ya sabe que “si sale todo bien, en septiembre ya retomo el trabajo, con los discos que me quedaron pendientes.” Y Hablando de pendientes, “el portugués” asegura, ante la consulta, que si bien grabó con todos le quedó pendiente “hacerlo con el gran Piazzolla”

“ Si tuviera una máquina del tiempo o un poder para poder elegir que haría que no hice, sería por un lado volver a tocar el saxo con mi grupo (“Los cometas2) cuando tenía 16 años, y sin dudas grabar con el gran Astor. Creo que profesionalmente es lo único que me quedó pendiente”, concluye.