Entrevista exclusiva al gran actor, que brilla en cine, teatro y televisión, tanto en su consagrado rol del “malo de la película” como en comedia.
Guionista, escritor, director de actores, es además un músico de alma que según admite, en esta charla, le permite explorar las distintas fibras de una pasión no tan conocida.
La suya es una relación vivaz con la música, según su propia definición. Canta, silba, hace percusión con los instrumentos y con el cuerpo, tocó el saxo hasta que, en 1991, como nos cuenta, lo vendió para irse de viaje a Europa.
Acaba de estrenar “El villano”, la película documental autobiográfica donde cuenta, actúa y dirige junto a Gabriel Reches, en el Gaumont y en Malba Cine.
Participa además de “Cuando acecha la maldad” y “Puan”, los dos films argentinos más exitosos del momento, y de la tercera temporada de la serie “El jardín de bronce”.
Convencido de la existencia de un gen maligno que lo ronda, confiesa que siempre lo perturbó inferir que el hecho de que lo convoquen para interpretar villanos esté íntimamente ligado a la hasta ahora ignorada historia de su papá biológico: Israel, o Santiago, como lo llama, o el Ruso Jorge, el otro apodo. Un inmigrante polaco, ex actor, que, al entrar en el submundo del hampa, los abandonó, provocando una hecatombe familiar.
“El villano” es para él: “Una película auténtica, valiente y genuina, que trasmite el dolor de una familia”.
En su película más personal hay una cuidadosa elección de cada canción: Luis canta “Carta a papá” (de Cristina Benegas y Marilina Ross), “Despedida” (de Tape Rubín) “Por el sendero” (de Wenchi Lazo y Emilio Haro). Y dos bonus track: él le hace un “trombón de boca” a su papá cuando canta “El pajarito negro” e incluyó una canción de Antonio Ríos
Para despedirse eligió: “El tiempo esta después”, del cantautor uruguayo Fernando Cabrera, por Liliana Herrero
Gracias Luis, un placer recibirte!