"Me encantaría cubrir un mundial de fútbol"

En el Día del Reportero Gráfico, en homenaje a José Luiz Cabezas, María Guadalupe Romero destacó la importancia de capturar historias a través de la fotografía y compartió sus experiencias en esta profesión.

La fotógrafa mencionó la influencia de su padre en su interés por este arte y cómo encuentra en esta labor una forma de contar historias de manera más libre. También se habló sobre la importancia del reportero gráfico en complementar la información de otros periodistas y cómo la era digital ha cambiado la forma de trabajar en el campo.

Consultada sobre las imágenes tomadas que recuerda y guarda con más cariño dijo que "una de las fotos más importantes es una de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Fue la primera vez que me tocaba cubrirla y estaba muy nerviosa, y la foto está, está un poquito movida para el ojo técnico pero mucha gente me halagó esta foto, Había muchísima gente y salió como salió pero la guardo con mucho cariño porque a la gente le gustó".

"Me encantaría, me encantaría tener la posibilidad, en algún momento, de participar, hacer una cobertura deportiva, un superclásico Boca-River, un mundial, sería algo soñado, lo que más anhelaría", afirmó.

Romero también mencionó las dificultades y responsabilidades de respetar la intimidad de las personas al fotografiarlas.

Caso José Luiz Cabezas

El reportero gráfico de la revista Noticias José Luis Cabezas fue asesinado en el partido bonaerense de General Madariaga, mientras realizaba la cobertura periodística de la temporada de verano.

El homicidio ocurrió la madrugada del 25 de enero de 1997 luego de que trabajara con su cámara en una fiesta realizada en la casa del empresario postal Oscar Andreani, en Pinamar.

El cuerpo de Cabezas fue hallado en una cava a la altura del kilómetro 385 de la ruta 11: estaba calcinado en su propio auto, tenía las manos esposadas y dos proyectiles de un arma calibre 32 en su cavidad craneana.

En marzo de 1996, la revista de la Editorial Perfil había publicado en su tapa una fotografía lograda por Cabezas que sacó del anonimato al empresario Alfredo Yabrán, autor intelectual del crimen.