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Por Victor Ternovsky

Una auténtica revolución. La hizo el joven mexicano Juan Antonio Carmona en el prestigioso Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO, por sus siglas en ruso), entre cuyos egresados está el canciller ruso, Serguéi Lavrov. Junto con un grupo de compatriotas creó allí la primera Asociación de Estudiantes Mexicanos.

La inauguraron hace dos años para que se conozca a México, desde su cultura y gastronomía hasta su política y "temas particulares de negocios", dijo Juan Antonio Carmona durante su visita a los estudios de Radio Sputnik.

Agradeció el apoyo con que contó desde el primer momento la iniciativa, sobre todo de las autoridades del MGIMO, y se mostró feliz por gozar todas las actividades organizadas por la Asociación de un enorme interés estudiantil, observándose una buena asistencia a eventos como mesas redondas de debate o presentaciones.

Nuestro interlocutor, quien recién terminó la maestría en Gobernanza y Asuntos Globales en el MGIMO y está a punto de partir a su patria, se plantea ahora una meta más ambiciosa: promocionar la idea de abrir en Rusia un centro cultural mexicano. Entre otras cosas, la entidad debería servir para propiciar un mejor comercio con el gigante euroasiático.

Lo que le motiva en ello es su amor a Rusia, país donde aterrizó por primera vez en septiembre de 2016 tras "estudiar Relaciones Internacionales por tres años en la Universidad del Valle de México".

"Tuve la oportunidad de estar en intercambios académicos en Europa, pero nunca tuve un shock cultural tan fuerte como lo tuve aquí en Rusia", confesó.

El idioma le pareció insalvable y las personas "frías". Pero logró adaptarse. Aprendió la lengua y descubrió que los rusos, una vez cruzada "esa línea de confianza", son los amigos más fieles. Pudo ver, asimismo, que mucho que se dice de Rusia en medios de comunicación como CNN, BBC o Washington Post es pura mentira, por ejemplo, lo de la xenofobia.

"En tres años que estuve aquí, y también otros casos de amigos que han estado más tiempo, no nos ha tocado ninguna vez un caso de discriminación", indicó.

"Rusia me abrió las puertas y yo le abrí el corazón. Se va a quedar conmigo para siempre", agregó Juan Antonio Carmona, al calificarla como una nación "inesperada, impactante, inmensa, estupenda,  fría, desafiante, increíble, exótica y maravillosa".