Lautaro González Curruhuinca, quien está prófugo para la justicia, fue una de las personas que bajó el cuerpo aún con vida de Rafael Nahuel a la Ruta 40, el 25 de noviembre de 2017, cuando este agonizaba luego de ser herido por un efectivo de Prefectura durante la represión a la Comunidad Mapuche en Mascardi. Hoy, lejos de ser testigo fundamental, está procesado y con pedido de captura nacional e internacional. Su madre, Mirta, en diálogo con Nacional Bariloche, aseguró que su hijo es inocente y que inventaron una causa en su contra.
Asesinato de Rafael Nahuel