“Ni siquiera en mis más remotos sueños imaginé estar acá recibiendo este reconocimiento”, aseguró Mirtha Legrand tras recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires durante una ceremonia realizada ayer en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), ubicada en el Pabellón 3 de la Ciudad Universitaria.

“Si algo me ha mantenido en pie todo este tiempo fue la pasión por lo que hago, esa chispa que nunca se apaga y que me sigue impulsando día tras día”, aseguró la diva durante el reconocimiento concretado en el marco de la apertura de la segunda edición del Festival Internacional de Cine de la UBA (FIC).

Legrand hizo un paralelo entre los estudiantes y su propio trabajo al frente de los míticos almuerzos televisivos que comenzaron en 1968: “A los estudiantes de esta institución quiero decirles que ustedes y yo tenemos algo en común -señaló-, ambos trasnochamos estudiando, porque durante 56 años estudié a mis invitados y preparé mis programas hasta las tres de la mañana”.

Atenta como siempre a la actualidad, Mirtha expresó su apoyo a la universidad pública: “En un momento histórico para las universidades públicas de mi amado país, no quiero dejar de expresar mi apoyo y orgullo a quienes hicieron grande a la universidad pública”, dijo la actriz desde el escenario.

En ese punto, agregó: “Está muy bien que los distintos gobiernos hagan un saneamiento de lo que está mal, pero con el máximo cuidado, con respeto y preservando un tesoro que tenemos, que nos envidia el mundo entero, que es la educación universitaria gratuita”.

El doctorado honoris causa es el máximo reconocimiento que otorga la UBA, entregada a figuras que sobresalieron en su actividad, en este caso como Mirtha Legrand, que tuvo una prolífica carrera en el cine en donde participó en más de 30 películas, con títulos emblemáticos como “Los martes, orquídeas”, “La pequeña señora de Pérez”, “El retrato” y “La patota”.

Acompañada por familiares como su hija Marcela Tinayre y su nieta Juana Viale, y amigas como Cris Morena y Teté Coustarot, la llamada “diva de los almuerzos”, también fue parte central del homenaje que el FIC.UBA hizo a su esposo, el director Daniel Tinayre, con quien formó una de las duplas más recordadas del cine nacional.

En la ceremonia, presidida por el director del Festival, Ricardo Alfonsín; la directora institucional, Paula Quattrocchi; y el director artístico, Marcelo Altmark, también se otorgó el Honoris Causa al realizador Héctor Olivera, en coincidencia con el 50º aniversario de su clásico “La Patagonia rebelde”, y a la directora e ilustradora franco-iraní Marjane Satrapi.