Organismos de Derechos Humanos y referentes políticos y sindicales criticaron la "complicidad" del Poder Judicial, que "garantizó la impunidad" de Carlos Blaquier "hasta el día de su muerte", ocurrida ayer, sin haber afrontado un juicio por crímenes de lesa humanidad por los que fue acusado. Cecilia Melián, militante de la agrupación H.I.J.O.S. de Santiago del Estero, recordó la historia de su padre, Carlos Melián, trabajador del Ingenio Ledesma y sindicalista secuestrado durante la Noche del Apagón y compartió sus emociones.
En ese marco, reflexionó sobre el empresario fallecido y su vinculación con crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy durante la última dictadura cívico-militar.
“La sensación es de una tristeza profunda porque la lucha de mi viejo por buscar justicia, sobreviviente de aquellos años y de la persecución de Blaquier, ha quedado trunca”, sentenció.
Cecilia Melián recordó que el reclamo de justicia encarnado por su padre era “buscado para la familia y la sociedad toda” pero, lamentó que “todo el proceso no ha podido resolverse”.
Recordó que, al declarar en 2013, su papá, que ya sufría de Parkinson “lo único que pedía era llegar vivo a ver justicia y ver sentado en el banquillo a Blaquier”.
Repudió las declaraciones del ex presidente Mauricio Macri que valoró la figura de Blaquier y planteó la paradoja de que “Milagro Sala está presa” y el ex mandatario “libre", pese a "haber mentido y endeudado a toda la sociedad”.
Por último, la dirigente reivindicó la “lucha de los movimientos de los organismos de derechos humanos, y el acompañamiento de Cristina Fernández de Kirchner y de Néstor Kirchner" en el proceso de memoria, verdad y justicia.
Carlos Blaquier nació en Buenos Aires el 28 de agosto de 1927 y fue considerado como uno de los empresarios más ricos y poderosos de la Argentina.
Su figura estuvo marcada por denuncias de haber participado en la organización de crímenes de lesa humanidad en la provincia de Jujuy, en lo que se conoció como "La Noche del Apagón", entre el 20 y el 27 de julio de 1976, en los inicios de la dictadura que encabezó Jorge Rafael Videla, en las que se estima hubo unas 400 personas secuestradas, de las cuales 55 aún continúan desaparecidas.
En 1970, los padres de su esposa, Nelly Arrieta, le encomendaron la tarea de presidir el Ingenio Ledesma, el más importante emprendimiento azucarero del país, cargo que ejerció por espacio de 43 años hasta 2013 y del que llegó a poseer el 90% de las acciones.
En su gestión, la empresa expandió su acción más allá del rubro azucarero para incursionar en el agropecuario, citrícola, derivados de maíz, producción de cuadernos y artículos de librería y, por último, la producción de energía a través del gas y el bioetanol.
En la semana del 20 al 27 de julio de 1976, Blaquier tuvo una activa participación en la organización de lo que pasó a llamar "La Noche del Apagón", consistente en una serie de secuestros de cerca de 400 personas de las localidades jujeñas de Libertador General San Martín y Calilegua, muchas de las cuales eran trabajadores del Ingenio Ledesma.
En 2012 fue procesado por la justicia federal de Jujuy como cómplice primario en 26 casos de privación ilegítima de la libertad en la causa Burgos, por haber facilitado las camionetas para efectuar el traslado de los secuestrados y por 36 secuestros seguidos de asesinato y desaparición durante la Noche del Apagón
En marzo de 2015, la sala IV de la Cámara Federal le dictó la falta de mérito y hubo que esperar hasta julio de 2021 para que la Corte Suprema de Justicia anulara la decisión del tribunal de segunda instancia.
Blaquier falleció procesado y a la espera de un juicio oral por los secuestros y desapariciones ocurridos en 1976 en Jujuy, en lo que agrupaciones y organismos vinculados a la defensa de los Derechos Humanos caracterizaron como "impunidad biológica".
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