El dia 21 de febrero a las 13 horas Mariel Figueroa recibió en su casa a dos oficiales de justicia acompañados de efectivos de la policía de la provincia pertenecientes a la comisaría N°3 de la ciudad de Santiago del Estero. Traían consigo una orden de allanamiento de domicilio y una orden emitida por la jueza de la ciudad de La Banda, Natalia Susana Taboada, donde disponía que retiren a su hija de 2 años de edad del domicilio y se la entreguen a su padre, Diego Alejandro Redolfi, a quien no veía hace 4 meses. Cabe destacar que la ex pareja de Mariel tenía en su contra una orden de restricción y acercamiento tras ser denunciado por violencia de género.
Según sus declaraciones los efectivos ingresaron al domicilio de manera violenta y se llevaron a su hija a la fuerza como "si fuera un paquete" envuelta en una toalla mientras la niña lloraba y gritaba por su madre.
Mariel denuncia que una vez en posesión de la menor, el padre se dio a la fuga de la provincia y pasaron horas hasta que pudieron conocer el paradero de ambos.
Tiempo antes, la misma jueza había otorgado a la madre denunciante la tenencia definitiva de la menor, sin embargo por algún motivo cambió su parecer y emitió la orden de quitarle la menor a su madre. Pero este no fue el último cambio de opinión de la jueza ya que en el día 22 de febrero, presumiblemente por la viralización del caso y la indignación de la sociedad, se retractó de su orden y solicitó a la policía de la provincia colaboración para dar con el paradero de la menor. Finalmente fue encontrada en la provincia de La Pampa donde el padre fue detenido y la menor recuperada.
A continuación el texto de la publicación en Facebook de Mariel Figueroa en el que pide colaboración para encontrar y recuperar a su hija.
"Me quitaron a mi hija menor de dos años, de forma violenta por orden de la Jueza de la Ciudad de La Banda Dra. Natalia Susana Taboada y su secretaria Dra. Palmira Carabajal de Paz, la cual me otorgó la tenencia y los cuidados personales de mi hija y al mismo tiempo ordenó el allanamiento de mi domicilio para quitármela y entregársela al padre, el cual ya tenía innumerables causas por violencia hacia mí, hacia mi hija y hacia mi madre. El allanamiento fue llevado a cabo con presencia de cinco camionetas de la policía, policías motorizados de la comisaria tercera, que prestan colaboración por orden del sub- jefe de policía de la provincia. Todo ello fue llevado adelante por orden de su señoría, sin cumplir requisitos básicos de un procedimiento de este tipo; más aun tratándose de mi hija menor de dos años; no hubo intervención de la defensoría de menores de la provincia, ni asistentes sociales ni personal del cuerpo médico del poder judicial. Solo intervino policía de la comisaria tercera y dos oficiales de justicia, una llamada Cecilia Arias y otra que fue quien la saco del domicilio por la fuerza que no se identificó.
No hubo nadie que pueda corroborar el estado en que se trasladaba a mi hija, la cual fue entregada en la comisaria tercera a su padre (Diego Alejandro Redolfi), una persona violenta a quien ni si quiera se le hizo una pericia psicológica antes de entregar a la menor. Y quién se dio a la fuga."
