Guillermo Marconi conversó con el médico y escritor Pacho O´Donnell quien confirmó que subirá al escenario del porteño Teatro Astros el 22 de septiembre para reflexionar sobre la vejez y las posibilidades que se abren en esa última etapa de la vida, cuando el tiempo puede ser aprovechado para hacer aquello que quedó postergado.
"La vejez llega al teatro" se llama la única presentación que hará O´Donnell en el teatro, donde estará acompañado por dos músicos.
Luego de haber publicado el año pasado su libro "La nueva vejez", donde promueve la idea de tener una ancianidad "activa", con ocupaciones sociales y ejercicio físico, O ´Donnell llevará sus reflexiones al escenario, acompañado por un dúo de músicos.
"Uno puede ser mejor persona de viejo; pagar las deudas con uno mismo; hacer de la vejez aquello que deseó toda su vida y no hizo; esas vocaciones postergadas", analizó y juzgó que "a lo largo de la vida perdemos el aspecto más importante que tiene la vida, que es el tiempo".
En cambio, al final de los años "uno de los aspectos de la ancianidad es apreciar el tiempo" porque ya "sabemos que uno no es eterno".
Por esto, O´Donnell -de 83 años- quiere presentar en el teatro su idea de que "la vejez puede ser, siempre y cuando las condiciones no lo impidan, una etapa creativa, erótica, activa, dinámica" porque -dijo- abarca un período muy largo y no pueden convertirse en tiempos "para petrificarse frente al televisor ni dejar de moverse".
Durante la charla O ´Donnell graficó: "Argentina es generosa; siempre hay alguna iglesia, algún templo, una intendencia, un sindicato que organiza grupos, generalmente gratuitos," para los adultos mayores.
Consideró esencial que los ancianos "se integren a grupos y no se queden solos" y participen de actividades de cualquier tipo. "Coros, baile, cocina, caminatas, lo que más les guste", dijo a modo de ejemplo.
La sociabilización -opinó- "es muy importante porque no sólo ayuda a tener una mejor vejez, sino que está comprobado que la prolonga, da más años de vida".
Además, el movimiento "facilita la circulación, el aparato respiratorio, favorece el trabajo intelectual y las llamadas hormonas de la felicidad, regulariza el azúcar, el colesterol; las ventajas son enormes y es necesario practicarlo con método y rigurosidad, no de vez en cuando".
Para el escritor, lo "más difícil" de la vejez es "el no lugar del viejo en la sociedad" y advirtió que existe "un prejuicio hacia la vejez, una discriminación hacia las personas mayores".
"Básicamente, el tema más claro de la discriminación hacia las personas mayores es la bajísima jubilación y, en una sociedad de consumo, eso significa como un lugar de descarte porque la capacidad de consumo que tenemos las personas mayores es escasísima", argumentó.
Como ejemplo mencionó que "no hay avisos de viajes, de autos o de electrodomésticos que esté dirigido a las personas mayores", a quienes sólo les es dirigido publicidades de "pegamentos de dentadura, colágeno para articulaciones".
"Realmente hay un prejuicio que tiene la idea de que la vejez es un tiempo oscuro, que los viejos somos depresivos, aburridos, enfermos, solitarios o decimos cosas que no interesan a nadie", planteó y reseñó que, frente a esa circunstancia, escribió su libro a modo de "reacción".
Consultado sobre su relación con la muerte, el escritor dijo que, a su edad, claramente la muerte "se hace más posible", pero "lo importante es que eso no te destruya".
"Hay que saber desde siempre que estamos jugando un partido de fútbol y en un momento se termina y no hay otro partido", graficó.
Mario Ernesto O’Donnell, más conocido como Pacho O’Donnell es médico especializado en psiquiatría y psicoanálisis, graduado de la facultad de Ciencias Médicas de la UBA. Fue becado por la universidad de Roma y se especializó en psiquiatría, psicoterapia y psicoanálisis.
