ENTREVISTA DE GUILLERMO MARCONI

Para el abogado de la "Tota" Santillán, la muerte del conductor fue un accidente

Juan Pablo Merlo, amigo y abogado del conductor y animador Daniel “La Tota” Santillán, hallado muerto la noche del domingo en su casa de la localidad bonaerense de Castelar, aseguró que aunque se manejan “tres hipótesis posibles” sobre las causas de su fallecimiento, veía “muy lejano” cualquiera diferente a la del accidente.

“Manejamos tres hipótesis posibles. La primera hipótesis es la de un desperfecto eléctrico de la propiedad”, planteó Merlo anoche en conversación con Guillermo Marconi en el ciclo de Radio Nacional “La caja de Pandora”.

Es que Ricardo Daniel Carías, tal el nombre del animador y conductor que durante décadas fue un referente de la movida tropical, fue hallado con signos de asfixia y con quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo producto de un incendio en la vivienda.

 

Tenía 57 años y una actualidad que distaba mucho de la popularidad que había logrado alcanzar cuando estaba al frente de “Pasión de sábado” y era amigo cercano del cuartetero Rodrigo. Su fama había decaído y en los últimos años sus menciones mediáticas no tenían que ver con lo artístico, sino con trastornos mentales, que lo llevaron a ser internado de urgencia en 2022, y distintas denuncias por hurto y violencia de género como la que le inició Sol Fiasche, su expareja y madre de dos de sus cuatro hijos.
Este presente, en el que las noticias daban cuenta de instancias anímicas y psicológicas complicadas, al punto de que se reportaron varios "brotes" en la vía pública así como problemas económicos, lleva a los investigadores a manejar otras posibilidades como las causantes de su deceso.

“La segunda que pudo haber pasado, que se viene planteando, es que se haya quitado la vida, que nosotros lo vemos muy lejano por cómo se venía dando todo, como venía hablando él hasta un rato antes, mensajes que había mandado, especialmente a los amigos, que estaba trabajando. Una persona que se veía con ganas de vivir. Entonces eso lo vemos más lejano”, señaló Merlo durante la entrevista radial.

“Y la tercera -completó- es que haya ingresado alguna persona a la vivienda, que por ahí también lo vemos lejano. Hoy no se cierra ninguna hipótesis ni ninguna puerta, estamos esperando las pericias de este hecho muy feo que ha ocurrido con una leyenda popular de la movida tropical”.

Aunque el propio amigo de “la Tota” reconoció que el estado emocional y mental que atravesaba su amigo no era el mejor, tras haber descubierto “hace unos diez años que tenía esta bipolaridad”, insistió con la posibilidad del desperfecto técnico.

“Había hecho esos reclamos eléctricos. Dice que cuando enchufaba bajaba la luz y había un enchufe que estaba justamente atrás del sillón, que no lo podía tocar porque hacía el chispazo por todos lados, y casualmente unos periodistas que fueron a hacerle una entrevista manifestaron esto y el hecho de que cuando fui no había luz también me llamó la atención. Tuvieron que pedirle a la vecina de enfrente energía para poder iluminar y hacer las pericias”, graficó.

Del diálogo con Marconi también participó como invitada la periodista del espectáculo Nancy Duré, quien recordó la condena penal que pesaba sobre Santillán y que podía llevarlo a la cárcel.
“Yo pienso que a lo que menos le tenía miedo ‘la Tota’ es a ir preso”, intervino Merlo, y agregó: “Él es una persona muy popular, muy de barrio. Él andaba por la calle y en todos lados lo saludaban, lo abrazaban. A él le dan cinco años y seis meses en una primera instancia, pero recordemos que por no tener 500.000 pesos, que era para resarcir a una de las partes, que teníamos tres causas, sino él quedaba con dos años de condena. (…) En este caso él no tenía la plata y me parece que a lo que menos le tenía miedo era ir preso. El miedo de él, siempre me lo manifestó, era ver crecer a las hijas y no poder estar al lado de ellas. Que se le pasaba el tiempo y él no podía estar como papá”.

Santillán había nacido el 1 de agosto de 1967 en la localidad de San Martín, Mendoza, y desde joven se trasladó a Buenos Aires, donde comenzó su carrera en la música tropical. A los 14 años trabajaba como tarjetero en bailantas, lo que marcó el inicio de su vinculación con aquel rubro musical.

Con los años, el envión de su popularidad le permitió incursionar en el teatro, convocado por Gerardo Sofovich para la obra “Pobres pero casi honradas”. Su carrera televisiva se prolongó con programas como “Cantando por un sueño” y “Bailando por un sueño”, donde participó como invitado y competidor en varias ediciones.

Uno de los hitos indudables de su carrera fue su amistad con Rodrigo, a quien conoció en 1991 y quien le confió en el 2000 ser el presentador de sus trece recitales consecutivos a sala llena en el mítico Luna Park.

El registro audiovisual de esos shows, un legado del cantante que moriría en un accidente de tránsito meses después, tuvo el sello de “la Tota”, con su famoso “Ro Ro Ro Rodrigo” con el que abría cada concierto.