Se trata de Alejandra Salinas y Orestes Sotomayor, integrantes de la plataforma “La Resistencia Bolivia”, que fueron detenidos el pasado 31 de diciembre cuando fuerzas policiales irrumpieron en sus domicilios y sus lugares de trabajo.

La página de “La Resistencia Bolivia” denuncia que su orden de aprehensión bajo cargo de “sedición” no tiene “elementos contundentes que justifiquen que el medio haya realizado actos de terrorismo digital como se la acusa”.

La Asamblea Legislativa Plurinacional, mediante el Comité de Derechos Humanos en conjunto con diversos organismos internacionales defensores de la libertad de expresión, acusaron “al régimen de Añez de impulsar una cacería contra periodistas opositores para consolidarse en el poder”.

“Esto viene realizándose desde el 8 de noviembre como parte de la persecución política, amedrentamiento y restricción de la libertad de prensa de parte de quienes se autoproclamaron como gobierno democrático. Rechazamos y denunciamos todas estas violaciones a los derechos humanos, exigimos su inmediata liberación y desprocesamiento”, señala un comunicado emitido por el comité.

Cabe señalar que a estos hechos se suman el caso del periodista mendocino con residencia en Bolivia, Sebastián Moro,  muerto por causas que se investigan, en la ante sala del Golpe del Estado, tras haber anticipado en el medio para que el que trabajaba, “Página 12” de Argentina y en el que dirigía en el país vecino “Prensa Rural”, la puesta en marcha del autoritarismo y el racismo con fines desestabilizadores.

También se agrega el caso de Facundo Molares, un fotoreportero argentino que llego al país andino para registrar el conflicto político y terminó secuestrado en un penal boliviano con cargos de “sedición en su contra” y serios problemas de salud. Su familia exige su repatriación. La lista de medios y periodistas perseguidos  continúa.

Informe "Mañanas de sol". Penélope Moro