Natalia Gómez, una vecina de Puerto Sánchez en Paraná, comenzó la construcción de una vivienda en un terreno en que el Municipio había autorizado que se instale un puesto para la venta de pescado. La mujer dice que su casa junto a la costa del río Paraná quedó destruida tras una creciente y desde el Municipio nunca le dieron una solución. Empleados municipales denunciaron que fueron agredidos al realizar una inspección en el lugar y radicaron una denuncia policial, según indicó Mirta Aguilar, responsable de Control Urbano.
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