Paula Armándola, corredora inmobiliaria, dijo que en Paraná no existe la problemática de Buenos Aires respecto a inquilinos que, en algunos casos, dejaron de pagar sus alquileres, sino que en la capital entrerriana han tenido que adaptarse a nuevas formas de pago debido a que el cierre de las inmobiliarias impide el pago en efectivo. Indicó que en algunos casos se avanzó en la bancarización de las operaciones y, en otros, se acuerdan pagos dejando un sobre con el dinero en buzones de las inmobiliarias. En cuanto a los comercios que están cerrados y que pueden tener inconvenientes para afrontar el pago de alquileres, Armándola dijo que se analiza cada situación particular.