RECONOCIMIENTO DE RADIO NACIONAL PREMIO PADENTRANO

Premio Padentrano día a día: Juan Ponce

Una médica, un maestro, una trabajadora, un científico, una artista, un músico, una persona solidaria, una o un ilustre desconocido, esa gente necesaria que se vuelve el corazón de una comunidad merece ser reconocida y conocida en toda la Argentina

Premio Padentrano, reconocimiento de Radio Nacional a lo mejor de nuestra gente.

Juan Ponce, el militante social que resignificó el sentido de la palabra solidaridad  

En medio de la crisis de los años 90, Juan Ponce, con apenas 13 años, comenzó a colaborar en el comedor San Cayetano, en el barrio Ludueña de Rosario, muy cerca de donde vivía con su mamá, Mercedes Delgado, y el resto de su familia.
Mecha, recordada militante social, fue asesinada en 2013, al quedar en medio de un tiroteo entre bandas cuando la violencia empezaba a mostrar en Rosario que había llegado para quedarse. A partir de ese momento, y siempre en la búsqueda de justicia por la muerte de su madre, Juan creó la organización La Mecha Sigue Encendida, que en plena pandemia, en distintos barrios de la ciudad, se ocupó de la comida diaria de más de 600 personas. Se trata de un espacio de reflexión, encuentro y trabajo colectivo que Juan creó junto con Gisela, su compañera de vida, al mismo tiempo, una cooperativa de panificación con la que buscaron salir adelante en el tiempo que duró el aislamiento, abasteciendo de pan a cuatro comedores barriales.
En una ciudad donde la violencia no se ha detenido, ya pasaron ocho años de la muerte de Mecha. Y si bien el pedido de justicia sigue vivo y latente, Juan, su compañera y todos aquellos que a diario colaboran con la tarea, siguen apostando por un mundo mejor, siguen pensando y militando por la inclusión, porque están convencidos que en gran medida la desigualdad cotidiana es la que genera violencia.
Mientras tanto, repensando el significado de la palabra solidaridad, sueñan con un futuro donde todos y todas tengan un trabajo, ya no exista la necesidad de asistencia, y todos esos comedores se transformen en centros culturales.