Por Daniel Corujo
La eliminación de Argentina no puede sorprender a nadie. No es casualidad que esto haya terminado así. Tras cuatro años de desorganización. Impericia en la dirigencia de la AFA. Improvisación. Jugadores que no rinden y son convocados igual por formar la "mesa chica". Y, por último, un técnico no muy normal que fue (vaya novedad) "morfado" por el grupo.
La verdad es que se acabó el tiempo en el seleccionado de a Javier Mascherano, Ever Banega, Lucas Biglia, Ángel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, entre otros. Agradecerles y que se vayan...
Ellos, junto con Lionel Messi le han hecho mucho mal al vestuario argentino. Haciéndose amos de la Selección. Decidiendo sobre los técnicos, faltandoles el respeto, determinando que amistosos juegan o no. Y hasta ignorando al mismísimo Papa. Que soberbios.
Es hora de una renovación en serio. El problema es quien la toma. ¿El "Chiqui" Tapia? Porque entre los dirigentes hay muchas internas.
Es hora de un proyecto de cuatro años serios, obvio que no puede estar Sampaoli, con un técnico decidido a hacer la limpieza correspondiente. Con convicción. Entrenadores serios.
Mis nombres, humildemente? Diego Simeone (el que más me gusta, el más exitoso en Europa), Marcelo Gallardo o Mauricio Pochettino.
Desde ellos y una renovación del plantel Argentina tiene que recuperar esa mística que perdió hace mucho tiempo.
Técnicos que decidan. Que trabajen. Nada de "doble comando". Así nos fue en los últimos 4 años.
Armani, Mercado, Otamendi, Tagliafico, Lo Celso, Dybala, Pavón entre otros son jugadores recuperables.
Después hay que empezar a trabajar con Lautaro Martinez, Centurión, Lanzini, Icardi, Lamela, Kranevitter, Marcone, Rulli. Hay que renovar. Y ahí, si Messi se adapta al nuevo sistema y compañeros, bienvenido a la nueva selección. Futbolísticamente es indiscutible.
Hay que trabajar mucho en la defensa donde parece haber menos. Simeone parece ser el indicado para ello. Esperemos que los dirigentes, que no suelen estar a la altura de la circunstancias, si lo estén.
Que no aparezca un entrenador que salga de la política o del rosqueo. Que salga de los antecedentes de trabajo. A no joder.
Un punto final. Ya que tiene que venir la hora de una limpieza profunda y sería en la Selección de se podría también renovar los delatores televisivos de los partidos de Argentina que ejercen ese nacionalismo irritante y estúpido. Sería sano...
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