En la primera edición del Panorama Nacional, Mario se refirió al mecanismo de aportantes truchos que protagonizó Cambiemos en su campaña electoral de 2017. De las sospechas que aún persisten hoy en día y de otras operaciones políticas de las que han sido parte miembros de dicho espacio.
“Lo interesante de estos sucesos aún no resueltos es que involucran nombres y apellidos que reaparecen pugnando por espacios en las listas de diputados y diputadas en la cuestión revuelta de Juntos por el Cambio o como quiera que se bauticen para el evento de las PASO. Dan vuelta los nombres de Bulrich, la propia Vidal o Graciela Ocaña la ex hormiguita, responsable además de numerosas denuncias tan truchas como los aportantes que la depositaron en su actual banca, allá en 2017. La más ridícula, el ataque al plan Qunita, que contó con los buenos oficios del finado Claudio Bonadio. Y quedó pulverizada por las pericias que se realizaron entre el kit que presentó Gracielita y el original para demostrar el presunto sobreprecio. Los peritos destrozaron a la legisladora: la distancia entre los barrotes de esta cuna es peligrosa para un bebé; agregaron que los materiales no cumplen con lo solicitado; el kit de la licenciada Ocaña no contempla todos los ítems requeridos en la licitación. De hecho, señalaron los expertos, faltan 14 de los 42 elementos del kit que se entregó a las madres. El peritaje al señalar que se trataba de un kit adecuado y que su precio estaba dentro de los márgenes planteados por la Sindicatura General de la Nación, además demostró la manipulación de la denuncia y el engaño de lo presentado por Ocaña. Esa truchada imputaba a Gollán y Kreplak, hoy conductores del mayor plan de vacunación en la provincia. Y a Aníbal Fernández, aunque en este caso fue solo para seguir jodiendolo. Lo cierto es que en estos días por zoom, unos 100 dirigentes y referentes del partido de Ocaña, se reunieron para ratificar su integración en Juntos por el Cambio. Y a lo mejor pensamos, que bajo los efectos de alguna sustancia, pidieron que el frente exprese los valores de transparencia y capacidad de gestión. Para proponer a los bonaerenses la necesidad de volver al rumbo de seriedad, apoyo a los emprendedores y lucha contra el delito que caracterizaron la gestión de Juntos por el Cambio entre 2015 y 2019. Ocaña en 2017 encabezó la lista de diputados nacionales triunfante en la elección intermedia, pugna hoy por un nuevo puesto en la lista de este año. Es la elección de los aportantes truchos, aquella en tiempo de la gestión de la gobernadora Vidal. Con sus métodos y recursos pobres de campaña intenta borrar de la memoria reciente su pasado, porque su mandato concluye el 9 de diciembre y ha pasado sin pena ni gloria. Puja entre Manes, Carrió o Santilli, y un revoleo de nombres que seguramente decidirán los autores intelectuales (no tan anónimos) del poder real. La que siendo ministra de Salud no pudo o no supo gestionar la epidemia del dengue, y se dedicó a denunciar en lugar de gestionar, afirma hoy que la crisis sanitaria que estamos enfrentando, necesita que los gobiernos tomen decisiones basadas en brindar soluciones a la población y no en alineamientos políticos ajenos al interés de la gente. Cartón lleno diría mi abuela. Falta señalar como muestra sarcástica de la política argentina, que el partido que conduce Graciela Ocaña se llama: Confianza Pública”, expresó.
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