Un trabajador enajenado y hastiado de la rutina pergeña un plan para atacar a sus acomodados superiores que, entre amores y amoríos, se le va de las manos hasta convertirlo en un peligroso psicópata de oficina en 'Recursos Humanos', cinta filmada en Córdoba del mexicano Jesús Magaña Vázquez, y que se estrenó este jueves en salas del país.
Gabriel Lynch, interpretado por Pedro de Tavira Egurrola, es el encargado de revisar las impresiones en una empresa de diseño gráfico o marketing. Hijo de un doctor que perdió todo por no pagar la hipoteca, es un resentido que se postula al cargo de gerente del área cuando el puesto queda vacante. Todo haría indicar que ese puesto es para él, hasta que aparece Constantino (Giuseppe Gamba), el hijo de un poderoso amigo de los dueños que lo ubica en el cargo.
"Lo mejor que pudo haberle pasado a esta película fue haberse filmado en Córdoba", expresó Tavira Egurrola, al destacar al grupo con el que trabajó tanto en el aspecto profesional como humano.
El rodaje en la provincia mediterránea se dio como parte de un acuerdo de coproducción con Argentina. Juana Viale y Cecilia Ponce forman parte del elenco de esta película filmada en blanco y negro y cuyos personajes rompen la cuarta pared constantemente. Con uso de un humor ácido, "Recursos Humanos" también se puede calificar de "drama psicológico" al inmiscuirse en la cabeza de Gabriel Lynch, indagando en su infancia, su vida y sus anhelos.
A lo largo de la película, los entuertos de amores se suceden. El personaje de Ponce comienza una relación con Lynch, pero en su afán de escalar, se mete con Constantino. Esto, si bien no lastima al protagonista, le hace emerger su odio de clase.
Mientas avanza en su venganza, que incluye la explosión del descapotable del flamante gerente, aparece el personaje de Viale, quien intenta escapar de su rutinaria vida de esposa y madre con aventuras amorosas.
Las traiciones y engaños se suceden, y aunque la amistad entre Gabriel y Miguel (Daniel Tovar) pareciera ser lo único sincero en esa oficina, la suerte del segundo también hace mella en la débil psiquis de Lynch.
Absurdas situaciones de violencia que se suman a los encuadres claustróficos, convierten a "Recursos Humanos" en una historia que pareciera actualizar la visión kafkiana de la burocracia y lo acomodaticio que resulta el camino hacia el poder.