Guido Weber junto con Martín y Emmanuel, estuvieron en noviembre de 2016 en la Isla de Lesbos, Grecia, trabajando con refugiados. No pertenecen a ninguna organización civil y fueron por u cuenta para ayudar. Contó su experiencia a LT14.
En diálogo con Duros de callar, Guido contó que uno de sus amigos, Emmanuel, había estado en Grecia en julio de 2016 y les había comentado su experiencia y al enterarse que regresaría los jóvenes decidieron acompañarlo, con el objetivo de colaborar. El viaje fue en noviembre de 2016 y todo lo que vivieron allí no lo olvidarán jamas.
Llegaron hasta la Isla de Lesbos a trabajar con los refugiados. “Lesbos, es uno de los tramos más cortos entre Turquía y Grecia y obviamente la entrada a Europa para cientos de miles de refugiados provenientes de medio oriente. Se encuentra a sólo 7 kilómetros de distancia atravesando el Mar Egeo”.
En toda la isla, hay tres campamentos que alojan en total, aproximadamente unas 6.000 personas: Moria Centro de Detención, Kara Tepe y Pikpa. Los argentinos trabajaron en Pikpa y pudieron conocer Moria.
“No pertenecemos a ninguna ONG y en el campamento que estuvimos trabajando es independiente organizados por personas grecas, que se constituyeron para prestar asistencia a los casos más delicados”, relató y mencionó que hay tres tipos de refugiados. Está el refugiado de guerra que llega de Siria o Irak, también está el refugiado económico que llega en busca de una mejor calidad de vida y también esta el refugiado político.
Weber aseguró que “la realidad que se vive es muy compleja y los grecos son los únicos que no le dan la espalda a la situación, siendo que toda Europa le da la espalda notoriamente”, dijo y recordó que el año pasado se giraron 65 millones de euros en conceptos de refugiados, de los cuales un 40 por ciento van a parar a las manos de las ONGs, que se destinan gastos administrativos y después el resto se pagan sueldos a las personas que trabajan en las ONGs y “lo que termina quedando para los refugiados es poco y nada y lo pudimos ver cuando ingresamos al campamento más grande que es Moria, y ahí la realidad es desgarradora”, sentenció.
En este sentido, comentó que más que un campamento, parece “un campo de concentración, toda la gente está hacinada y hay 20 baños para cuatro mil o cinco mil personas”, expresó y sobre Moria dijo: “Ese campamento es el que está avalado por la ONU, el gobierno de Grecia y organizaciones internacionales y ahí es donde la gente esta hacinada”, indicó. “La ONU como organización es completamente inexistente, son una fachada para los principales países del mundo”, se lamentó.
Por último, Weber contó que las primeras semanas ellos desarrollaban tareas de mantenimiento, colocaban aislantes térmicos a las carpas y durante el último tiempo llevaron a cabo actividades para que las personas se conozcan.
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