Sonia Winer, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet, habló en Rebeldes sin cauce sobre el desarrollo de intereses que se juegan en torno al archipiélago.

Junto a Lucas Melfi, es autora del libro “Malvinas en la geopolítica del imperialismo”. El trabajo pone su mirada en el Complejo Industrial Militar británico y, a través de él, en la OTAN y sus alianzas con Estados Unidos para sostener el colonialismo en las Islas Malvinas y en el Atlántico Sur.

“Hay que entender que la recuperación de soberanía de Malvinas involucra una conciencia de nuestra población de que no se juega sólo la soberanía territorial. Se juega la ecológica, la medioambiental, la alimentaria por todos estos recursos que contiene nuestro mar, con los cuales en un momento de crisis podríamos saldar el problema alimentario si consumiéramos o instituyéramos la explotación sustentable de los recursos que tenemos en el mar”, aseguró.

"Malvinas tiene una dimensión tan central en la estrategia militar de Inglaterra porque es el puente estratégico hacia la Antártida, que es el gran reservorio de la humanidad. Y, además, porque la plataforma submarina que rodea a Malvinas y toda la zona el Atlántico Sur tiene una biodioversdad única en el mundo  y también contiene bienes naturales, desde nódulos polimetálicos, que es lo que se necesita para hacer las baterías (celulares, computadoras, etcétera) hasta petróleo. Por su puesto la pesca, que es la máxima explotación. Tiene riquezas inmensas que despierta la codicia de grandes sectores empresario", explicó.

Como cierre, para este Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas, Winer pidió: "Memoria, verdad, justicia, paz y soberanía en este 2 de abril para todes”.

El libro trata de un proceso que toma lugar en el marco de un escenario internacional signado por violentas disputas por los bienes comunes y que están ligadas, en lo primordial, a intereses corporativos sobre la región antártica.

Dichas disputas no solo se explican por la riqueza natural, petrolera, mineral y pesquera que cobija la región sino, también, por la confluencia de intereses y directrices cívico-militares desplegados para el control de circuitos edificados en favor de la valorización del sistema contemporáneo. Protagonizados por empresas transnacionales y agencias imperiales, estos procesos proponen nuevos desafíos para la geopolítica como campo disciplinar, invitando a sistematizar los aportes brindados por los feminismos y por la teología de la liberación para transformar los conflictos y fortalecer soberanía argentina.