El sacerdote Mariano Oberlin valoró positivamente la declaración de Emergencia nacional en adicciones, recientemente formulada por el Gobierno Nacional y renovó el alerta por los alcances del flagelo del narcotráfico.
Oberlin consideró que la medida es positiva ya que, según dijo, es "importante que se visibilice esta situación". Al respecto, el sacerdote trazó un duro cuadro sobre la situación que se vive en los sectores marginados, aunque resaltó la gestión del ex titular del Sedronar, Juan Carlos Molina: "Pudimos descubrir la importancia del Estado presente en estas situaciones", señaló. Y también lanzó un duro concepto sobre los responsables institucionales a cargo de la lucha contra el narcotráfico al decir que "la sensación que uno tiene es que es una red muy amplia (l
a droga) y abarca a sectores de poder que son los que deberían frenarla. Porque digo esto? Porque no se explica sino como es que la droga ingresa por las fronteras, pasa por las rutas, se distribuye en los barrios y nadie la ve, nadie sabe nada, nadie puede hacer nada. Yo digo que hay droga, que hay paco y resulta que un fiscal me manda decir que yo tengo que llevar pruebas, cuando los ciudadanos estamos pagando sueldos, estamos sosteniendo un sistema judicial y policial para que se dedique a hacer esas investigaciones. Hay cosas como que no terminan de cerrar, da la impresión de que al menos hay algo de desidia en algunos sectores, cuando no incluso complicidad", afirmó. El sacerdote aseguró además que los narcotraficantes brindan beneficios e incluso fuentes de trabajo en los sectores donde despliegan su accionar y se preguntó: "Quien suple todo ese circuito económico? Si el Estado no está dispuesto a invertir en generar fuentes de trabajo, en ver como revertir toda esa situación, difícilmente se pueda revertir el tema".
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