La dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, presa política hace 2.310 días, contó que “lamentablemente no tiene ninguna expectativa de recuperar la libertad”, y en ese sentido, se refirió al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien “actúa como emperador”, ya que “pone jueces y saca jueces del Superior Tribunal de Justicia” de esa provincia. También opinó sobre la gestión nacional y dijo: “A nivel nacional no hemos visto que se haga algo por los presos políticos”
Sala dialogó con Radio Nacional Santa Fe y aseguró que “no tiene ninguna expectativa de recuperar la libertad”, mientras el gobernador Morales continúe en Jujuy y siga actuando como “emperador”.
También se refirió, a la esperanza que le pudo haber traído la nueva gestión nacional dirigida por Alberto Fernández y aquí volvió a lamentar que “a nivel nacional no hemos visto que nadie haga algo con respecto a los presos políticos del país”. En este marco mencionó la necesidad de una reforma judicial, en la cual “la Justicia deje de pertenecer a los partidos políticos, porque hoy es de Macri, de Cambiemos, de la derecha, y pareciera que la Justicia no pertenece al pueblo y que en Argentina no es democrática”.
La dirigente social Milagro Sala, quien cumple prisión domiciliaria en San Salvador de Jujuy, reclamó la revisión de su expediente completo y “quiero que haya jueces que respeten la democracia judicial. No nos hemos podido defender y parte de los 140 testigos, hubo muchos que fueron apretados y también a sus familias”, relató.
“Morales comenzó conmigo queriendo disciplinar al pueblo jujeño, pero no lo pudo hacer, porque hoy en la provincia hay movilizaciones y marchas de los pobladores originarios y también de los mismos estatales reclamando por otra política”, señaló.
Por último, Sala contó cómo vive los días de encierro, las complicaciones en su salud y el hostigamiento no sólo dentro de la cárcel sino también a sus compañeros y compañeras en libertad. “En estos seis años he perdido a mi abuela, una de mis guías espirituales; a mi tía; a la abuela de mis hijos, que era quien me cuidaba y me apoyaba. A medida que pasa el tiempo uno empieza a perder a los seres queridos y lo peor de esto es no poder despedirlos o cuidarlos cuando están enfermos; y eso duele muchísimo”.
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