El Gobierno nacional oficializó la intervención por 60 días de la aceitera Vicentín, y de acuerdo con lo indicado en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 522/2020 publicado en el Boletín Oficial, se asegura la continuidad de la empresa, la preservación de sus activos y de su patrimonio, la protección de los puestos de trabajo en peligro, evitar daños en el mercado agroexportador y la economía en general.
En comunicación con Noelia Moreyra de Radio Nacional Resistencia, Jorge Teller, secretario del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) se refirió a ese tema: “esta situación arranca en diciembre del 2019 cuando la empresa anunció lo que entonces se denominó 'estrés financiero'. En ese mes se adelantó el sueldo de enero, pagaron el medio aguinaldo y después comenzó la incertidumbre para los 1000 trabajadores directos y los aproximadamente 2000 que trabajan indirectamente o tercerizados. Ya en ese momento se estaba trabajando muy mal, en una de las plantas teníamos trabajadores con edad de jubilarse y la angustia era enorme”, señaló.
Hay que recordar que ante esa situación intervino el Ministerio de Trabajo de la Nación y se pagaron los salarios del mes de mayo último y los dueños de la empresa manifestaron que no sabían como continuaría el tema salarial. El secretario lo detalla de la siguiente manera: “hay que decir que el crecimiento de la empresa durante el gobierno anterior fue exponencial y que tiene un arraigo muy importante en el norte de Santa Fé".
Al referirse a las marchas que se produjeron en distintas ciudades en protesta a la medida adoptada por el gobierno nacional, el sindicalista expresó: “pueden entenderse por el arraigo que tiene la empresa en toda la región, por el conocimiento de los dueños. Pero hay que saber que en la ciudad de Avellaneda la convocatoria fue realizada por su intendente al igual que en Reconquista, también hay intereses políticos como las movilizaciones en Rafaela, que en definitiva no son otra cosa que los movimientos lógicos que hace el capitalismo en circunstancias como estas. Hay que decir que las inversiones que hizo la empresa fueron importantes en cuanto a las instalaciones, pero ahora se conocieron movimientos financieros en paraísos fiscales y la gran cantidad de dinero que recibió del gobierno anterior no se condice con las obras que realizaron”.
Teller considera que la intervención del Estado es lo mejor que pudo haber pasado y que se realizó una asamblea en la que se explicó la situación a los trabajadores: "recibieron la medida del gobierno en forma tranquila, porque garantiza los puestos laborales de todos. Hoy hay algunos que se rasgan las vestiduras con el socialismo y el comunismo, pero cuando hace un tiempo llegaron capitales chinos y realizaron compras, ninguno de ellos dijo nada”, y consideró: “hay que hablar de rescate, porque la empresa estaba mal, muy mal. No hay que olvidarse de los pequeños productores que no cobraron sus acreencias y lo sienten de manera muy fuerte. Hay trabajadores, y por lo tanto familias, que tienen muchísima antiguedad en Vicentín, algunos 40 años, y todos ellos llevan a la empresa en la sangre y la verdad que ahora sentirse defraudados de esta manera es muy complicado, por eso es que muchos que ya estaban desahuciados tomaron esta medida del gobierno nacional como una solución, que también debe ser considerada como un paso para lograr la soberanía alimentaria, es un hecho importante para el país para poder controlar este negocio que hoy es todo privado, porque hay que recordar que desde esta zona se exporta el 80% de la producción aceitera del país y se lo hace a través de una mayoría de empresas extranjeras, y Vicentín es el único exponente de la industria argentina”, finalizó.
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