El informe surge a partir de los resultados del programa Aprender 2019 y de la Encuesta Permanente de Hogares. Los alumnos y alumnas de menos recursos económicos tienen mayores complicaciones. En Argentina, el 40% de las y los adolescentes que llegan al último año de secundaria están en situación de pobreza. Sin embargo, existe un 14% que logra buenos desempeños, se los llama “ estudiantes resilientes” y tienen “factores protectores” como el nivel educativo de las madres, el acceso a libros en el hogar, no tener hijos y no trabajar.
Eugenia Orlicki, Analista de datos del Observatorio Argentinos por la Educación, expresó: “Esto refleja características del hogar porque si tienen que trabajar es porque el hogar tiene menos ingresos y tienen que complementar los del padre o la madre”, agregó “la variable de tener hijos es muy importante porque ir a la escuela y aprender requiere tiempo y cualquier otra actividad como trabajar o cuidar de un familiar o de un hijo requiere tiempo; hay un costo de oportunidad” finalizó.