Un 30 de abril de 1977 un grupo de madres fueron por primera vez a la Plaza de Mayo, en la ciudad de Buenos Aires, a reclamar la aparición con vida de sus hijos de quienes no tenían noticias de dónde se encontraban, después de que grupos armados con o sin identificación los hubieran arrastrado de casas, oficinas y calles sin ningún argumento.
Argentina transitaba el primer año de la peor dictadura cívico-militar de su historia. Un dictadura que dejó 30 mil desaparecidos, una deuda externa millonaria, y consecuencias sociales que marcaron el comienzo del declive de una sociedad en donde la igualdad en el acceso a salud, educación, tierra y empleo habían sido por muchos años la lucha y el logro de muchos en todo el país.
Esa tarde de 1977, la Policía Federal les dijo que “circulen”, que no podían manifestarse. Fue entonces cuando venciendo el miedo y contra el silencio que arrasaba en el país, se tomaron de a dos del brazo y comenzaron a caminar. En ronda.
Cada jueves con la ronda nació un símbolo de valentía real y resistencia a la dictadura militar que se replicó por todo el país. Muchas de ellas murieron víctimas del mismo terror como Azucena Villaflor. Otras tantas murieron sin encontrar a sus hijos.
Cientos de ellas hoy, como Nora Cortiña, siguen marcando cuál es el rumbo cuando la desigualdad, la injusticia y los discursos mentirosos causan estragos y se olvidan de que hay una militancia sin precio: la dignidad.
Audio histórico de 1978 cuando la televisión holandesa entrevista a las Madres que eran ya conocidas como "Las locas de la Plaza"
Producción: Silvana Avellaneda
Web: Julián Cortez