La policía de la Ciudad Lorena Miño, acusada de encubrimiento en el marco de la causa por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en la cabeza en el barrio porteño de Barracas, se entregó esta tarde en los tribunales porteños acompañada por su abogado y quedó a disposición judicial.
En las últimas horas, cuando todavía permanecía prófuga de la justicia, la oficial grabó un video donde aseguró entre lágrimas que no está involucrada en el asesinato. “Yo no tuve nada que ver”, afirmó.
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