El sacerdote Justo José Ilarraz, fue condenado a 25 años de prisión efectiva este lunes, por ser el "autor material y responsable de los delitos de corrupción de menores agravada por ser encargado de la educación" y del delito de "abuso deshonesto agravado por ser el encargado de la educación". Hernán Rausch, una de las víctimas presentes en la lectura del veredicto, aseguró que fue liberador poder contra lo ocurrido y que hoy se haya hecho justicia. Además aseveró que dentro del Seminario “se rompieron muchas ilusiones”.