Se puede ser campeón sin un nueve. Desde la época de Gabriel Batistuta y Hernán Crespo no había tanta necesidad de hallar el nueve en el seleccionado argentino.
“Bati” jugó su último mundial en Corea -Japón 2002. Y Crespo en Alemania 2006. De allí en adelante, no hubo un nueve que alcanzará el rótulo de “indiscutido”, y ni hablar de ídolo.
Gonzalo Higuaín es el que más cerca estuvo jugando dos mundiales, anotando goles importantes pero (un amigo alguna vez me dijo empieza después del pero) el “Pipita” tuvo la tremenda cruz de haber fallado goles en tres finales y como buen argentinos que somos lo crucificamos. Lo llenan de memes.
Curioso pero Crespo y Batistuta nunca pudieron jugar una final del mundo, nunca sabremos si acertarían o no en la misma situación de Higuaín.
En la búsqueda del nueve, Messi los agiganta o los minimiza. Desde Martino pasando por Bauza y finalizando en Sampaoli, todos tuvieron “su” nueve: Higuaín, Agüero, Pratto, Alario, Benedetto y Icardi. Este último muy pedido por parte de la prensa pero hasta el momento no rindió con las expectativas que había despertado. Y los nueve van cayendo como castillos de naipes, tanto es así que ahora Higuaín pasó a ser el pedido por la gente, después que ardiera en la hoguera de las redes sociales.
Se puede jugar y rendir con tanto destrato y buling futbolístico?. Más que nunca hará falta temple personalidad del cuerpo técnico y compañeros (Messi y Mascherano ya le dieron un respaldo público) para que el elegido sea defendido a capa y espada, de lo contrario no habrá nueve que aguante en la Selección.
Nos vemos en la próxima.