Fernando Signorini es uno de los preparadores físicos más reconocidos de la Argentina. Trabajó con la Selección y fue el entrenador personal de Diego Armando Maradona. Sin embargo, su vínculo con el fútbol se fue deteriorando -al igual que el deporte, tal como sostiene- y hoy se encuentra alejado de la alta competencia.

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"El fútbol de alta competencia me ha dejado de seducir, desde hace mucho tiempo. Esto que era una fantástica construcción de las clases populares, que tenía que servir como una fantástica excusa para ser feliz, se ha transformado en algo que yo no termino de comprender, porque el deterioro que sufre el fútbol es el mismo que sufre la sociedad", afirmó.

En ese marco, apuntó contra aquellos que sostienen que 'ganar es lo único que importa' y consideró que el futuro del fútbol argentino hay que buscarlo en el pasado, en ese tiempo "que nos hizo conocidos, respetados y admirados".

Y en ese pasado, al menos como futbolista, está la figura de Diego Armando Maradona.

"Qué lindo es tener lindos recuerdos", expresó Signorini, que así recuerda al más grande de todos los tiempos, al que diferencia entre Diego y Maradona: "Con uno iba al fin del mundo, y con el otro no iba a tomar un café a la esquina".

Al ex futbolista lo recuerda con la ternura con la que se rememora a aquellos que nos han dado la posibilidad de ser felices: "Me salvó de una vida monótona, intrascendente".

"Nunca me imaginé vivir todo lo que me empezó a pasar a partir de ese año"

Su primer encuentro fue en 1983. En esa época, no existían los preparadores personales, pero Maradona ya tenía esa idea. Y la fractura que sufrió en septiembre de ese año fue "la llave" que le abrió las puertas al preparador físico que lo acompañaría por muchos años.

Tras su grave lesión ante el Athletic de Bilbao, algunos pensaban que ya no iba a poder volver. Pero su tenacidad por cambiar su destino y el de su familia lo hicieron "resurgir como el ave fénix" y Maradona no sólo logró volver, sino que se convirtió en la leyenda que es hoy en día. Y en ese camino, Signorini fue una pieza fundamental.