El sábado 28 de septiembre se cumplieron 11 años del día en que la nena desapareció de un camping en Río Grande, Tierra del Fuego. Hubo cientos de pistas aunque sólo dos lograron hacer dudar a su familia Río Negro

Sofía Herrera cumpliría 15 años

 

 

Nunca pudo volver a contestar “bien” a la pregunta “¿cómo estás, María Elena?”. El sábado 28 de septiembre se cumplieron 11 años de la desaparición de su hija y a la misma pregunta repetida en cada aniversario, por cada falsa alarma, la mamá de Sofía Herrera contesta: “Y...acá andamos”. Cada septiembre, algún detalle le da una vuelta más de soga a una espera asfixiante: este año Sofía cumpliría los 15.

Hace nueve meses, mientras allanaban una casa en Ayacucho y Sofía Herrera era tendencia en Twitter, la ilusión sobrevoló a la familia Herrera pero siguió de largo. Se dejó ver cuando a María Elena le entró un mensaje de un periodista de San Luis que le decía que la habrían encontrado. Se desvaneció apenas le dijeron quién y dónde, y se dio cuenta de que era una pista que ya habían descartado cuatro años antes.

Bajo siete llaves

Hay ropa limpia de Sofía, doblada y guardada en su placard. “Pero también hay ropa sucia que tengo guardada bajo siete llaves”, se despide María Elena. Es la ropa que aquel domingo estaba en el canasto sin lavar, las zapatillas, el toallón que Sofía usó para bañarse por última vez.

Tiene, además, el pedacito de cordón umbilical seco de Sofía, con el broche. Muchas madres guardan esos cordones como recuerdo, otros lo usan de metáfora de independencia (“cortá el cordón”). Para María Elena es el lazo que la unió a su hija, el que la mantuvo viva, el que se niega a cortar.