Hablamos con la médica Verónica Grundfeld, parte del Programa de extensión en contextos de encierro de la Universidad Nacional del Sur.
Nos pareció importante demostrar que en esta pandemia, si ingresa el virus en alguna de las instituciones cerradas (también pueden ser los geriátricos) será un grave problema.
El comunicado, expresa en uno de sus párrafos que “Las cárceles de nuestro país se ven afectadas por una crisis de superpoblación, hacinamiento, excesos en la prisión preventiva, fuertes restricciones en el acceso a la salud, el trabajo y la educación, problemas de infraestructura, mala alimentación, ventilación e higiene. Tal cuadro se ve agravado por el contexto de pandemia de coronavirus. A ello se suma la presencia de internos con HIV, tuberculosis, diabetes crónica, enfermedades respiratorias, mayores de 60 años, mujeres embarazadas, niñas/os y adolescentes o con otros factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que estos internos necesiten asistencia extramuros”.
El mismo puede leerse completo en la web http://uns.edu.ar/noticias/2020/5390#
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