La nueva misión espacial argentina consiste en la constelación SAOCOM 1, compuesta por dos satélites idénticos, denominados A y B respectivamente. Estos satélites de observación son especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales, para aplicaciones en agricultura como humedad de suelo, índices de vegetación y control de plagas, entre otras áreas de interés productivo. Laura Frulla, investigadora principal de la de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, explicó a Campo en acción los principales usos que tendrá el satélite.
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