Todavía no se ha podido identificar el lugar exacto donde Julián Crino, el joven de 17 años, perteneciente al colegio Nuestra Señora de Fátima de barrio Matienzo que había ido junto con sus compañeros a una residencia de Don Bosco en Cabana y falleció al recibir una descarga eléctrica.
Según la fiscal de instrucción, Liliana Copello será muy importante determinar el lugar del hecho porque en un principio, Epec deslindó totalmente su responsabilidad en el hecho. Para la empresa de Energía de la Provincia el evento ocurrió dentro de una residencia y por lo tanto no tenía nada que ver.
La fiscal tomó la decisión de designar un perito oficial, un ingeniero electricista para relevar el lugar y las condiciones en que se encontraba.
Para la familia, constituida en querellante y representada por el abogado Carlos Nayi, no fue un accidente y responsabilizó al colegio.