Santiago Puso es director de coros, estudio en Alemania y cuando volvió al país sintió la necesidad de ayudar a otros. Logró su objetivo justamente con la música de por medio.
Creó y dirige la Escuela de Música de la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21-24, en Barracas.
Tiene alumnos de 4 a 24 años que asisten a clases de guitarra, canto, teclado, acordeón, ensamble instrumental y vocal o, para los más chiquitos, iniciación musical.
"Propuse a los sacerdotes, en 2007, armar una infraestructura que permitiera enseñar música, porque cuando yo iba a ayudar con apoyo escolar en una de las capillas veía el interés de los chicos". "Nuestro objetivo es desarrollar y potenciar los saberes tradicionales, fortalecer la cultura de los que vienen a Buenos Aires de otras provincias o países y ofrecer un ámbito de participación que permita la apertura hacia nuevos horizontes".
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