Una víctima, alerta sobre las consecuencias de la picadura de arácnidos. Contó que sin advertir que hubiera ocurrido, empezó a sentir una molestia en uno de los dedos de su pie, que se fue incrementando con el correr de las horas.
Cuando el dolor crecía, junto con la ampolla que se produjo en el lugar, hizo la consulta médica, en donde le indicaron que se trataba de una picadura de una araña.
Se llama Antonella Ibarrola, tiene 23 años, y relató que en poco más de 10 horas, el ardor se hizo muy intenso y comenzó a sentirse aturdida, hasta que sus familiares percibieron que las ampollas se había extendido a todo su cuerpo.
En la guardia del hospital Zatti pudieron controlar el efecto de la toxina, tras aplicarle antídotos para la denominada araña de rincón.
Etiquetas: Hospital Artémides Zatti