El músico Víctor Heredia actuó a 50 años de haber sido consagración del festival y aseguró que fue una noche muy especial: “Se me vinieron a la memoria las imágenes de la primera vez que pisé el escenario”

Recordó aquella noche en la que subió al escenario con su pullover amarillo, sus sandalias y su pantalón y que fue uno de Los Chalchaleros que le dio un poncho porque temía la reacción que pudiera tener el público por su vestimenta.

Habló sobre su “hermandad” con León Gieco, con quien “compartimos tantas cosas juntos. Ganancias y pérdidas”, remarcó.

Además, dijo que en esta actuación priorizó la presencia de los invitados y que por ello, muchos clásicos de su repertorio quedaron afuera.

Por su parte, León Gieco también dialogó con Sandra Mihanovich sobre su actuación en Cosquín y recordó que cuando tenía 16 años y ya pensaba en irse a vivir a Buenos Aires, leía la revista Folklore y que en febrero venía más grande porque tenía todo lo de Cosquín.

Allí, recordó León vi que un niño que se llamaba Víctor Heredia se había consagrado. “Nunca imagine que ese muchachito me iba a invitar a celebrar los 50 años de su consagración”, indicó el músico.

Por otra parte, sostuvo que, a su entender, “El adiós”, tema que musicalizó Víctor en base a una letra de Atahualpa Yupanqui, es “la canción más linda del mundo”.