En el marco del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista se designó al frente del máximo organismo político al presidente de Vietnam, Nguyen Phu Trong y se fijaron las principales políticas socioeconómicas para los próximos años.
Luego de siete jornadas de trabajo, concluyó el Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam que terminó reeligiendo como Secretario General del Comité Central al presidente del país, Nguyen Phu Trong. Además, en la Resolución del Congreso se reafirmaron las estrategias de desarrollo y promoción socioeconómicas que se adoptarán los próximos años, ratificando la necesidad de profundizar la unidad nacional.
En este contexto, el XIII Congreso Nacional del PCV sirvió para actualizar y discutir los paradigmas del programa revolucionario Doi Moi [Renovación] que se adoptó en 1986 y que se pusieran en práctica a partir de 1989, cuando se generaron importantes cambios políticos y económicos que hoy explican el exitoso presente de Vietnam.
Estas reformas del Doi Moi, ajustadas a las condiciones históricas de finales de la década del ´80, consolidaron las potestades del Estado sobre los distintos sectores privados –capitales mixtos, arrendamiento parcial o total y otras formas intermedias y transitorias– pero abandonando la mercadofobia y reconociendo la coexistencia de estructuras ajenas al panóptico estatal. Y fue a partir de eso que la República Socialista de Vietnam pudo exhibir al mundo una economía dinámica, moderna e industrializada, en condiciones de combinar la privatización de algunos sectores con sus políticas nacionales sin perder el equilibrio entre sus potencialidades y los desafíos globales.
Desde entonces, el Estado juega un papel rector dentro de la estabilidad general del país y constituye el instrumento para explicar el crecimiento de los últimos años. Vietnam pasó del aislamiento internacional en 1989 al establecimiento de relaciones diplomáticas con 165 países, dentro de los cuales se encuentran los cinco miembros permanentes de Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Se integró, como miembro pleno, al ASEAN y, dentro de ella, al Área de Libre Comercio (AFTA) y el Foro regional (ARF), Área de Inversiones (AIA). Actualmente, es miembro pleno de APEC y de la OMC.
En el campo social los progresos fueron enormes. Tal es así, que desde la adopción del Doi Moi, la pobreza se redujo del 75% a cerca del 5 al 6% en 2020. El desempleo pasó a ser uno de los más bajos del mundo y oscilando entre el 3 y el 4%. La alfabetización alcanza al 95,3% de la población y la esperanza de vida es de 73 años.
En las conclusiones del XIII Congreso del PCV se estableció que el objetivo a mediano plazo es convertir al país en un importante centro industrial, con ingresos que superen el nivel medio bajo para el 2025, cuando se cumplan 50 años de la liberación de Saigón. Mientras que para 2045, que marcará el centenario de su Independencia, se espera que Vietnam se convierta en un país desarrollado y con ingresos altos.
Sin dudas, el presente de Vietnam muestra una nación próspera, previsible, con políticas a largo plazo, seguridad jurídica y paz social; compromisos que asumió su pueblo hace ya varias décadas y que quedaron ratificados, una vez más, en el cónclave máximo de su representación política: el Congreso Nacional del Partido Comunista.
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