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Vietnam, mucho más de lo que imaginamos

Conversamos con Catalina Nigra, politóloga de la UBA, de 24 años, que recorrió el país.

¿Cómo fue tu experiencia de viaje en Vietnam?

Fue unas de las experiencias más maravillosas que viví. Recorrí el país con amigos de sur a norte, en moto y teníamos un mes -que es lo que dura la visa para argentinos- para subir desde la ciudad de Hồ Chí Minh hasta la capital, que es Hanoi -hay aproximadamente 1.600km entre ambas ciudades- pero nunca nos imaginamos todas las aventuras que podíamos llegar a experimentar. Levantarse cada día y agarrar la ruta sin saber qué íbamos a ver y en qué ciudad, pueblo o lugar íbamos a estar, y dormir me pareció la aventura más increíble que viví jamás.También me sorprendió enormemente no haya mucha más información sobre el país más allá de la Guerra que les tocó vivir, la invasión por parte de EEUU, el Vietcong, la figura de Hồ Chí Minh, su posición de colonia durante décadas –y de ahí el nombre“Indochina Francesa”-  pero, aun así, no teníamos mucha más información del país respecto a su cultura, sus religiones y la forma en que conviven todas éstas, junto con su gastronomía, su economía, su geografía, etc.

¿Qué lugares recorriste?

Veníamos de Camboya y llegamos a Hồ Chí Minh en un micro. Ahí ya teníamos la idea de comprar una moto y viajar hasta Hanói, parando por las ciudades del camino, sin saber exactamente cuál iba a ser la ruta elegida. Arrancamos después de comprarle la moto a un mecánico vietnamita que se encargaba de vender motos para viajeros con parrillas para poner nuestras mochilas, todo muy aventurero. Arrancamos ruta por la costa, pero luego unos experimentados motoqueros vietnamitas nos recomendaron que hagamos las rutas del centro del país, hacia las montañas debido a que estaban en mejor estado y así lo hicimos. En el camino fuimos parando en los pueblos o ciudades según las necesidades o los gustos, pero lo más interesante de viajar en moto fue que conocimos muchas rutas y pueblos que nunca pensamos que llegaríamos a ver; es decir, conocimos el verdadero y auténticoVietnam. Llegamos a la ciudad de Hồ Chí Minh y pasamos por Mui Ne, Da Lat, Nha Trang. Hicimos noche en algunos pueblos del camino hasta llegar a Hoy An, luego Da Nang hasta llegar a Hué, la ciudad Imperial. Ahí ya nos quedaba muy poco tiempo para seguir subiendo y se nos acababa la visa (¡es que había tanto que ver en Vietnam que un mes nos quedó súper acotado!). Entonces en Hué, luego de recorrerla unos días, decidimos subir la moto al micro hasta la ciudad de Hanói, ya que realmente eran muchos kilómetros hasta la capital, y veníamos bastante exhaustas, porque lo que tiene de maravilloso de viajar en moto, lo tiene de cansador… ¡aún más con el calor asfixiante vietnamita! Entonces, luego de una noche de micro, llegamos a Hanói, bajamos las motos y charán… listos para recorrer la ciudad.

¿Qué fue lo que más te gustó o llamó tu atención?

Al llegar a Hồ Chí Minh la primera impresión que tuve fue un gran ¡wowww! Y me preguntaba cómo era posible encontrar una ciudad tan bulliciosa pero tan organizada en su desorden, con muchísimo turismo, alojamientos, comidas, cafés, tráfico, muchas motos, ruidos y más ruidos… pero con tanta historia. No podía comprender por qué lo único que sabíamos de ese maravilloso país fuese la Guerra que padeció y sus consecuencias.

Lo que más me gustó, sin dudarlo, fue la cultura y su gente. Aunque suene cliché, realmente nos sentimos muy a gusto durante todo el viaje y justamente, al realizar un viaje atípico, atravesamos situaciones diferentes; por ejemplo, estar en la ruta en medio de la nada y encontrarnos gente súper cariñosa y amable, aún cuando no nos podíamos comunicar. Quizás nosotros, al tener la posibilidad de adentrarnos en el verdadero Vietnam y no únicamente en los sitios turísticos y en las “típicas megas ciudades vietnamitas”, tuvimos una recepción mucho más cariñosa de las personas que conocimos en el viaje.

A su vez, me llamó la atención la diversidad geográfica que posee, desde playas paradisíacas, montañas, campos de arroz, hermosos pueblos pesqueros hasta ciudades inmensas. La diferencia social y económica entre los pueblos del interior de Vietnam en comparación a las ciudades como Da Lat o Da Nang también nos impactó mucho, ya que parece increíble que todo eso conforme un solo país. La comida también fue un gran atractivo de Vietnam, porque conviven diferentes tradiciones. Por ejemplo: las baguette o los cafés de Francia y las sopas, fideos o arroz tradicionalmente del mundo asiático.

¿Le recomendarías a otra/o argentino/a que viaje a Vietnam?

¡Absolutamente! El viaje por Vietnam fue espectacular y es un país que tiene tanto para ofrecer,  es sumamente seguro y nos deslumbró tanto desde su cultura, su comida, su gente y su historia. Muchas veces se lo asocia únicamente a la “Guerra de Vietnam” y esa tensión constante en la Guerra Fría y, aunque el pueblo vietnamita tiene una gran memoria y respeto con relación a lo sucedido, también tiene infinidad de otras cosas para ofrecer y están preparados y dispuestos a realizarlo. Sin dudas, Vietnam es un destino que recomiendo 100%.

¿Cuál es tu vínculo ahora con Vietnam?

Un cariño muy grande es el que me une a Vietnam. Primero, porque a partir de ese viaje nació mi marca de indumentaria y accesorios para viajeros, llamada Indochina Designs, precisamente por Vietnam y todo el Sudeste Asiático. La idea nació, tomó forma y nombre en las rutas vietnamitas, llenándome de inspiración en sus paisajes, colores y su cultura en general, haciendo productos funcionales para viajeros, pero que también trasmitan mucha alegría, ya que al fin y al cabo, somos viajeros haciendo una marca para otros viajeros. A su vez, me interesa mucho la historia vietnamita, aparte de que me parece fascinante como pueblo que resistió no una, sino varias invasiones a lo largo de su historia (China, Francia y Estados Unidos por ejemplo), pero siempre mantuvo la esencia y alegría que caracteriza a su pueblo. Me encanta también que, lógicamente, su cultura y tradiciones se compongan en base a sus vivencias. Muchos estudiosos  reconocen el perfil resiliente de su pueblo, y eso lo podemos notar en el crecimiento económico que experimentó en los últimos años. Su historia tiene muchos datos interesantes, pero el crecimiento económico de los últimos años es una gran locura. Gracias al Đổi Mới (como lo llaman los vietnamitas), y que su traducción sería “Renovación”, que son las medidas económicas adoptadas en 1986, el país tuvo un crecimiento constante, pero desde este lado del mundo poco se sabe. Me interesa la historia que tiene para contar Vietnam, y que no llega a muchos lugares del mundo.

¿Tenés pensado volver?

Sí, es un gran sueño volver y llevar mi marca Indochina Designs– que nació en esas rutas – a la región de Indochina. En la actualidad abrimos con mi hermano un local en el pleno corazón de San Telmo, y seguimos soñando con la idea realizar varias acciones allí en Vietnam, desde algún voluntariado que podamos impulsar desde la marca, hasta alguna campaña de fotos para que, de alguna forma, podamos visibilizar lo que nos inspiró a crear la marca y explicar por qué se llama de esa forma. Pero, principalmente, queremos volver para contar la historia vietnamita desde otro lugar, como viajeros y como argentinos.

Siento que desde nuestro país, pero también desde Latinoamérica, hay muy poca información y conocimiento de lo que sucede del otro lado del planeta. Quizás por nuestra educación tan eurocentrista que recibimos que nos impide ver qué hay más allá de Occidente, donde tienen siglos de historia, culturas, religiones, idiomas, etc. A su vez, me encantaría volver y realizar el viaje en moto, pero al revés: de Norte a Sur. Es una experiencia que fue tan enriquecedora para mí que necesito volverla a vivir y compartirla con amigos y familia. Son esas experiencias extraordinarias que uno siempre quiere volver a vivir. Eso es Vietnam para mí. También me parece grandioso que hayamos podido descubrir el país de la forma en que lo hicimos, y el tipo de viaje que realizamos. Difícilmente en otro lugar del mundo dos amigas podrían comprar una moto tan fácilmentey salir a recorrer el país. Tuvimos la suerte de encontrarnos con otros viajeros que también querían realizar el viaje de esa forma. Me parece que es sumamente importante remarcarlo ya que estamos tan acostumbradas a escuchar “a tal lado no podes viajar sola” ó “a tal lugar te conviene ir acompañada de un hombre” que me sorprende aún que nos hayamos animado a hacerlo. También me gustaría aclarar que nos encantó romper con la estructura de un viaje tradicional y creo firmemente que las mujeres de nuestra generación vinimos a este mundo para hacerlo de ese modo y no pensamos parar… ¿Viajar un mes por Vietnam y en moto? ¡Que locura más hermosa!