CAPÍTULO 29 JUANA PIMIENTA

Violeta Parra, conmoviendo desde sus primeros pasos

Vivió, amó, creó, pintó, cantó, hizo teatro, recorrió y sufrió. Violeta Parra fue autodidacta en el arte desde los 10 años. Los trenes, campos y las calles fueron sus escenarios. Ampliando su espíritu nómade y libre, expandió sus horizontes desde lo más profundo del corazón de su Chile hasta los límites del continente.

Desde joven, desenterró el folklore siendo una arqueóloga musical en su pueblo, San Fabian de Alico, Chile.

De grande, fue madre de 4 y la pérdida de una hija la inspiró en una de sus canciones, “Verso por la niña muerta”, dónde la recuerda.

Ella no en encajaba en los mandatos de su tiempo hacia las mujeres, los transgredia mientras sufría con esos desafíos, tomando su guitarra, sin preocuparse de los atuendos, del maquillaje o su postura, marcando con su actitud el proceso de liberación femenina en Chile.